Busqué esconderme en la biblioteca. Nadie parecía interesarse en ningún libro dentro del castillo por lo que no me costó mucho trabajo encontrarme sola. Caminé entre las hileras de libros y polvo y me senté en una esquina del cuarto.
Hacía días que la voz de Renzo me taladraba la cabeza. No podía pensar con claridad y ya casi no escuchaba la voz de... Dios. Estaba perdiendo mi camino como ángel...
Ciertamente crees que esa voz en tu mente es una clase de guía espiritual celestial?
- Cállate... Cállate. - murmuré mientras lloraba y me agarraba la cabeza entre las manos.
El recuerdo vívido de Renzo en las mazmorras me perseguía desde hacía noches enteras. Nunca había dudado de Dios, hasta ese día...
Por que crees que te llaman "Angel caído" querida Cassie?
- Deténte, por favor. - me sujeté la cabeza con más fuerza.
Te recomiendo que identifiques esa voz interna como lo que verdaderamente es... Ya que sino es aquel Dios que te expulsó de ese falso paraíso llamado "cielo" para enviarte con nuestra hermandad, entonces puede ser tu demonio interno que demuestra esa reberdía tan característica en tí.
- No soy un demonio... Basta. -
¿Y si lo era? ¿Y si me estaba convirtiendo en alguien malo?
No niegues tu verdadera naturaleza, ya que es lo que te hace particularmente un ser inigualable...
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Vie Oct 09, 2009 1:44 pm