Conociendo al Lider de la Glymera (Lestat)

A lo largo de tantos siglos, había disfrutado las disputas y rivalizaciones entre los miembros de la corte que tenían el unico objetivo de controlar Terra Nova. Establecían alianzas que luego traicionaban, trampas, condenas, estrategias macabras y proponían ideas descabelladas para hacer de nuestro Reino un verdadero Imperio, que desde luego, sin su ayuda, logramos sin mucho esfuerzo.
Lo que nunca esperaba la Glymera, era que la Hermandad se aburriría de ellos y los ejecutarían uno a uno en este mismo lugar sin remordimiento alguno. A veces sus juegos de poder, resultaban tan tediosos. Pero en la actualidad, dada a la reaparición del Omega y el incremento de los lessers, tenemos que delegar ciertas funciones a un nuevo orden para que mantenga el equilibrio de nuestro reino mientras nosotros ideamos nuevos planes para sumirlos en el mundo intemporal nuevamente.
Bajé la mirada y suspiré ante los recuerdos. Abrí las puertas de la monumental corte y caminé hacia el asiento que ocuparía su nuevo lider, lo cual era magnífico, bañado en oro y con incrustaciones de piedras preciosas. Casi igualaba la belleza de los tronos de la Hermandad. Y tras él, en un peldaño mas alto, se encontraba los tres tronos que nos correspondían cuando sea inaugurado nuevamente este lugar.
Acaricié el tope del asiento que ocuparía ese nuevo líder y sonreí con satisfacción cuando sentí su cercanía
-Bienvenido a la Glymera...

Lo observaba analíticamente de pies a cabeza detallando su aspecto muy clasico y adecuado. Su voz sonó tan melodiosa a través de la sala que parecía ser un tenor entonando una melodía. Y lo mas importante, era realmente un caballero. Incliné con una reverencia hacia su agradecimiento y dije
-No podría resistir dar la bienvenida a una personalidad como tu, Lestat. Entonces seras tu el lider de la Glymera... Dije con cierto tono de ironía -Realmente me complace que sea asi... Terra Nova no ha tenido a una Glymera desde hace muchos siglos, y ahora con la llegada de nuevos integrantes, necesitamos mantener el orden en este lugar... Negué con la cabeza y reí ampliamente. -Aunque ya alguien te pondrá al tanto de la situación actual querido...
Ahora con Lestat en la corte, solo esperaba que desapareciera el antiguo dogma de la Glymera anterior. Donde cada día, viviamos discutiendo hasta que yo terminara ejecutando a alguno.

Noté que se acercaba lentamente y sonreí con satisfacción.
-Puedes ser tan severo como desees serlo. Nadie te dirá como ejercer tu poder. Solo te pido que seas cuidadoso con tus palabras y acciones...
Miré a nuestro alrededor y luego bajé la mirada hacia él.
-Y no dudes en llamarme si necesitas algo, Lestat. Puedes considerarme como una aliada o tal vez, hasta como una amiga. Reí con ironía ya que sabía cuales eran mis verdaderos deseos hacia él. Lo cual escondía otra cosa que no solo comprendía la amistad.
Bajé los escalones que daban hacia los tronos, correspondiendo su cercanía y toqué un pequeño medallón que colgaba sobre su esternón, el cual era de mi agrado.
-Hay algo que deseo de ti... Hice una pausa mientras halaba su collar hasta acercarlo un poco mas hacia mi -Deseo que me deleites un dia con tu historia... Con tus relatos... Y con los planes que tienes para Terra Nova. Solté su medallón y continué caminando lentamente hacia el centro de la estancia.

Me detuve de forma abrupta y lo observé sobre mi hombro.
-Podrías responder algo por ahora, querido? Volví la mirada hacia la estructura de la corte.
-Hay algo mas que desees? Sonreí con picardía aunque no pudiera detectarlo. -Alguna cosa que te agrade o desees para ti? O... Para la corte?

Me giré hacia él y descubrí que este nuevo personaje despertaba nuevas cosas en mí que no conocía. Simpatía? Era irónico pero cierto.
-Desde luego, como crees que permitiría que mi invitado de honor no tuviera una habitación acorde con sus necesidades. Y lo del piano... Bajé la mirada -Dalo por hecho. Solo indicale la direccion a los doggen para que lo manden a buscar...
Me acerqué lentamente dedicandole una mirada analítica.
-Alguna otra cosa, Lestat?

Sonreí de forma pícara y pensé en lo agradable que resultaba este nuevo personaje.
-Absolutamente me encantaría pasear contigo... Luego uno de los doggens irrumpió en la sala con una bandeja de plata con unas copas de cristal, ofreciendo esta suculenta bebida de vino tinto a nuestro invitado.
-Realmente he estado muy aburrida en el Palacio. Y no tengo a alguien con quien conversar o divertirme. Por ello, me agrada que estes aquí. En realidad tenía ese tipo de diversiones tortuosas con los humanos habían sido la unica forma entretenida de pasar los dias. Y ansiaba algo de compañía. Y Lestat resultaba fascinante y hasta encantador.

Observé detenidamente al doggen el cual se acercó con la bandeja, tomé mi respectiva copa y me acerqué a mi querido invitado, proponiendo un brindis de forma informal levantando mi copa
-Por ti, amado Lestat. Y por tu agradable presencia en mi palacio.

Miraba sus profundos ojos de forma analitica. Detallando cada aspecto que resultaba prometedor y hasta encantador.
-Lestat... Espero estes comodo en nuestro Palacio... Y desees quedarte por un largo período.
Dije aquellas palabras de forma tajante. Aunque inconscientes. Pero no era mi naturaleza confiar en la glymera. Aunque este nuevo miembro podría cambiar los parametros y estatutos antiguos y sorprenderme. Aunque tomaría mis precauciones debidas.

Me acerqué de forma sinuosa hasta besar su mejilla -Ahora estas en tu hogar, querido... Asi que puedes considerarlo como tal...
Sonreí de forma jovial correspondiendo su enigmatica respuesta.
-Y espero de corazon (si es que aun lo tenía, pensé mientras hablaba) que la Glymera sea diferente... No quisiera retomar mis antiguas costumbres del pasado con la misma. Lo miré fijamente esperando que entendiera mi sutil indirecta.

Recorrí cada centímetro de su rostro con mis ojos, sintiendo una clase de satisfacción al notar que lo que estaba ante él era de su agrado. –Bien… Entonces debo retirarme. Incline mi cabeza hacia él dejándole un beso en la mejilla y posteriormente le susurré –Espero volver a verte pronto, querido Lestat.

Observé sus labios de forma sinuosa notando aquella sonrisa tan peculiar y encantadora
-Ya deseo que ocurra pronto.
Le guiñé un ojo y continue mi camino hacia la salida, donde realmente contaba los minutos para volver a ver a este nuevo personaje tan fascinante.